Uve es el rostro de la tristeza. Este precioso pastor alemán tiene 11 años. Ha dado sus mejores años y todo su afecto a una familia que, al verlo mayor y enfermo, lo han abandonado en la perrera de Jaén como quien abandona a un trapo viejo. Uve llegó con un oído reventado y supurando. Por eso está sordo de ese oído. Pensamos que recibió malos tratos. No ha superado aún la separación de su anterior familia. Y cada día tiene menos ganas de vivir. Ojalá encuentre una familia que le demuestre que todavía hay buenas personas que aman de verdad a los animales.
Contacto: punish946@gmail.com
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